miércoles, marzo 30, 2011

TEATRO. La lengua en pedazos. "Celebración de la palabra".


De: Juan Mayorga.
Lectura dramatizada a cargo de Clara Sanchis y Pedro Miguel Martínez.
Compañía: La loca de la casa. Dirección Juan Mayorga.
Madrid. Salón de actos del Ateneo de Madrid.



El pasado sábado 26, dentro de la programación extraordinaria de “La noche de los teatros” tuvo lugar en el Ateneo madrileño una lectura dramatizada de la obra de Juan Mayorga La lengua en pedazos. Basada en el libro de la Vida, de la religiosa carmelita, la obra recrea, en palabras del propio autor, “un combate entre un guardián de la Iglesia, el inquisidor Salazar, y una monja desobediente llamada Teresa de Jesús en la cocina de un convento”.

Se trata de un encuentro supuesto o ficticio, pero que muy bien hubiera podido tener lugar en la realidad habida cuenta de los antecedentes familiares de Teresa (su abuelo había sido un judío converso investigado por el Santo Oficio), de su propia actitud rebelde contra la jerarquía eclesiástica y de sus escritos, de más que probable inspiración iluminista en una época, los albores del siglo XVI, en la que la ortodoxia contrarreformista se trataba de imponer en España a sangre y fuego; una larga conversación, como digo, que se convierte en una suerte de proceso inquisitorial en el que la vida y la obra de Teresa son sometidas a un riguroso escrutinio no exento de animosidad, de reproches y de veladas amenazas.

Desde Sonámbulo, una obra inspirada en el libro Sobre los ángeles, de Rafael Alberti, estrenada en el teatro Abadía en 2003, no conocemos un texto del autor de tan altísimo vuelo poético ni que muestre un empeño tan ambicioso de reelaboración formal, en este caso centrado en la tarea de recrear la sugerente y pulcra -en su aparente desaliño- prosa de santa Teresa. Una y otra vez las razones del inquisidor se estrellan contra un muro de sentido común, de convicciones arraigadas y de una fe inconmovible, mientras su discurso lógico discursivo se enfrenta en desigual combate con las imágenes deslumbrantes, el verbo encendido y la palabra transfigurada de la santa andariega.

Este bautismo de fuego, o si se prefiere una expresión más amable, esta presentación en sociedad de La lengua en pedazos constituyó toda una celebración de la palabra oficiada por dos destacados maestros de ceremonias, Pedro Miguel Martínez y Clara Sanchis, que pusieron lo mejor de su oficio y de su sabiduría escénica, que es mucha, al servicio del texto. El primero en el rol de un inquisidor abierto, humano y receptivo a las difícil tarea de intentar comprender la ejecutoria de Teresa; la segunda en una actuación briosa e intuitiva que aún dentro de la posibilidades menguadas que ofrece la lectura dramatizada frente a una representación teatral plena ya da muestras sobradas de capacidad para enfrentarse a este complejo personaje.

Gordon Craig.

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